Vistas de página en total

Seguidores

jueves, 14 de marzo de 2013

Caminando



Hacía mucho frío, lo único que me salvaba era un abrigo rojo que por poco no me tapaba las rodillas. Enrosqué mi largo cabello al cuello a modo de bufanda. Me miré la muñeca por inercia buscando el reloj que justamente esa noche no me había puesto. Estuve allí horas, quizás meses, incluso años, parada al borde de una carretera que no llevaba a ningún sitio y por la cuál estaba segura de que no pasaría ningún taxi. Me quité los zapatos de tacón y me puse a caminar, se me rompieron las medias al principio del camino.
¿Qué otra cosa podía hacer? ¿ seguir esperando? Aún sigo caminando hacia alguna parte...la única diferencia es que hace años que no camino sola...ahora camino contigo.


2 comentarios:

  1. Una metafora del proceso de madurez, caminar para encontrarse a sí misma y al otro compañero de vida.
    Muy bonito, Vero.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Unas palabras que denotan un sentimiento palpitante tras ellas.
    Preciosa metáfora de una escritora que admiro.
    Un abrazo .

    ResponderEliminar